El llamado de la Naturaleza

Luego del duelo por los leñadores perdidos de la Familia Nayr y Styr, el poblado de Nueva Metrol se ha sobrepuesto y siguiendo su rutina; Silvermist la Elfa estado mejorando sus habilidades con los mecanismos generando un centinela mecánico de engranajes y resortes que la protege y resguarda su zona, mientras se ha logrado establecer en su pequeña parcela de Nueva Metrol con varias tiendas de campaña y fabricado implemento para hacerse mas grata la vida ante la intemperie que vive en un poblado que se ha visto menguado por las tragedias. 

Rey de Oro, el forjado contempla la estatua de bronce con su mano puesta sobre ella, inamovible y ensimismado en sus pensamientos; como si estuviera rezando o como si bien los dioses olvidados le estuviesen hablando y dando instrucciones, todo un misterio que se rompe con el levantándose firme viendo de cara hacia el este, a donde se levanta y empieza a caminar como guiado por una fuerza superior, internándose otra vez en la jungla. 

Silvermist, la artifice, es avisada por su sabueso mecánico que hace un ruido seco que alerta que el forjado se esta alejando del poblado. por lo que toma rápidamente las cosas y lo sigue para entender un poco el motivo de esta criatura y mas aun protegerlo. 

Tras zancadas rapidas logra alcanzarlo a medio camino del cieno oeste, una parte de la jungla que es pantanosa y con naturaleza sombría, los pobladores de Nueva Metrol no se atreven a ir allá y cuming había restringido el paso para evitar los peligros que ahí se encuentran.  

Mientras avanzan por la ciénaga se hace lúgubre y copada, con la naturaleza muerta y pantanosa irrumpida por algunas libelulas y cientos mosquitos y zancudos. 

Y con eso cae poco a poco la noche hasta que Rey de Oro se detiene en medio del cieno y se pone a ver hacia los lados, silvermist aguarda en silencio a ver que es lo que ocurre mientras la escolta su defensor férreo "Clifford" .mantiene atenta sus orejas metálicas por cualquier peligro. 

Entre la oscuridad se observa un pequeño destello brillante en la ciénaga, los ojos de Rey de Oro se ensañan como si tuviese expresión hacia unas raíces de un arbol muerto, al que avanza firme. 

A unos escasos metros de llegar a la fuente del brillo que lo llama firmemente, las raíces y ramas del entorno así como la zarza espinada del foliage empieza a moverse sobrenaturalmente y enredar los pasos buscando detener al determinado forjado cuyo paso se reduce pero no se para, rompiendo las raíces con cada paso que da ante el asombro de Silvermist. 

Aparecen de entre las zarzas espinozas y las raíces unas criaturas hechas de ramas que agreden con violencia al Rey de Oro, haciendo ataques poco fructíferos pero constantes sobre el forjado, aunque silvemist se ve atrapada por la zarza y su robot empieza a enfrentarse a las criaturas de naturaleza muerta.

  

De entre la naturaleza cenagosa las viñas espinadas se forman en una figura de rasgos femeninos cuyas piernas son raíces y rodeando el punto brillante, sus brazos son hechos de madera y finalizado en unas estacas que malogran a Rey de Oro quien hace un castigo divino sobre esa criatura de naturaleza corrupta, haciendola estallar en cientos de astillas y espinas. 

Entre los restos de la criatura se ve el brillo, y el forjado de hinca a tomar lo que ha hecho llamado sobre el; una pieza ovalada de madera pulida con un símbolo de 3 puntas hacia arriba y 3 puntas hacia abajo recordando a los dioses de la hueste soberana. 

El forjado lo aprieta contra su pecho como inspirando una fé que va mas allá de si mismo, Silvermist Aguarda unos momentos y dirige al forjado de vuelta al pueblo mientras este le pregunta por muchas cosas con la curiosidad de un niño, con el cuerpo de un paladín de la hueste soberana.

Al llegar al poblado con el amanecer, el forjado se coloca el amuleto en el pecho donde tiene una hendidura y se hinca de rodillas tocando con una mano la estatua de dragón de bronce y el pecho con la mano izquierda entrando en un profundo trance.... inmóvil como la estatua.